Una novillada de la vacada onubense de Hijos de Celestino Cuadri Vides cerraba el Alfarero de Oro de esta temporada con un cartel donde estaban anunciados João D Alva, Jesús de la Calzada, Miguel Andrades.
Joao D’Alva deja momentos de poder ante un interesante primero de Cuadri
‘Gollesco’, número 6, nacido en octubre de 2020 era el primero de Cuadri, un novillo hondo y ovacionado de salida por su presencia, queriendo humillar en las telas de Joao D’Alva pero con el defecto de no salirse de los vuelos. No se terminó de entregar en las dos varas el novillo, quitando por voluntariosas verónicas Jesús de la Calzada y pareando el luso con más voluntad que brillantez. Fue volteado Juliem Merenciano. Al alcalde Jesús Hijosa brindó el portugués, que se enfrentó con un novillo con la misma condición que el anterior:la tomaba con codicia pero no se quería salir de los vuelos. Y tuvo que tragar Joao, estando pulcro en una obra de poder por la derecha, siendo desarmado al natural, por donde embestía más franco el de Cuadri. Una lástima que no lo exprimiera más por ese lado. Tuvieron sabor los doblones por abajo de cierre, cayendo la espada trasera. Falló con el verduguillo a la primera y luego acertó. Ovación al novillo y al novillero.
De la Calzada, sin dar el paso adelante con un segundo muy a menos
‘Zapatero, número 9, se llamaba el segundo, también hondo, que no se entregó ni en la capa de Jesús de la Calzada ni en el caballo, donde echó la car arriba en las dos varas, en las que se le dio lo suyo. Más parado el animal en banderillas y en la faena de muleta del charro, que lo intentó por ambos lados sin que la obra terminase de romper. El viaje del animal era cada vez más corto, y acabó dejando una fea estocada baja, tardando en caer el animal. No dio el paso adelante con el novillo el joven. Silencio.
Un firme Andrades le planta cara a un tercero al que se le dio demasiado en varas
‘Solitario’, número 26, se llamaba el también hondo y cuajado tercero, al que dejó verónicas airosas Miguel Andrades y que se llevó una exagerada primera vara, y también la segunda, empleándose en demasía Adrián Navarrete con él. Pareó con solvencia Andrades, que dejó una obra de firmeza a un utrero de embestida tarda y explosiva, que lógicamente fue a menos por lo que se le dio en el jaco. Y acabó de estocada contraria y un punto caída. Ovación.
Joao D’Alva, ovacionado tras lidiar al noble a menos cuarto
A la puerta de chiqueros se fue Joao D’Alva a saludar al cuarto, más escurrido de carnes que sus hermanos pero largo, al que le dio una larga cambiada y luego apretó el utrero hacia los adentros en las verónicas. Se arrancó de lejos en las tres varas, en la última no acertando el piquero. Pareó con voluntad pero sin brillantez y dejó una faena también de voluntad ante un animal noblón pero a menos, sin terminar de entregarse, aunque sin malas intenciones. Manoletinas sin eco de cierre y estocada entera trasera algo contraria. No acertó con el descabello. Ovación tras aviso.
Jesús de la Calzada intenta torear bonito antes de poderle al bravo quinto, con el que acaba en la enfermería
Un tanque el quinto, hondo y cuajado también, que se picó al relance y que no puso fáciles las cosas en el tercio de banderillas. Jesús de la Calzada le hizo frente a un animal repetidor, con codicia, que aunque le faltaba algo de humillación en su viaje quería tela y la tomaba con franqueza. No obstante, De la Calzada quiso ponerse bonito antes de poderle al animal, que es lo que debiera haber hecho en las dos primeras series, y por eso la obra no tuvo estructura. Porque requirió de varias series de poder antes de la torear relajado y pinturero al animal, y no lo hubo, y fue entonces cuando se diluyó todo. Sí hubo instantes aislados de gusto, mas no conjunto rotundo. Dejó tres cuartos de espadazo trasero del que no doblaba, y en uno de los descabellos lo acabó cogiendo en lo que pareció haberle sacado el hombro. Acabó con el novillo Joao D’Alva tras múltiples intentos con el descabello. Silencio tras dos avisos.
Andrades, momentos al natural con el bravucón y complejo sexto
A la puerta de chiqueros se fue Miguel Andrades, que dio una comprometida larga de rodillas al animal, al que luego se le picó mal y se protestó que no se le dejara de lejos. Novillo que apretó en el tercio de banderillas del novillerom fqrjs en la que el toro tenía fuelle pero también mucho peligro sordo. Y acabó por dejar naturales aislados ya con el toro en tablas el joven, que no acertó con el acero, y además fue prendido el puntillero Salvador Lobato en un momento de apuro. Silencio tras aviso.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Villaseca de la Sagra (Toledo). Novillada con picadores. 6ª de abono del Alfarero de Oro.
Novillos de Hijos de Celestino Cuadri Vides. Con buen pitón izquierdo el interesante y codicioso primero, que no se salía de los vuelos por la derecha; Muy a menos un noblón segundo que acabó parado; Embestida tarda y explosiva el tercero, que se le dio demasiado en varas; Noble a menos el cuarto; Importante y bravo el quinto, con recorrido y codicia; Bravucón y complejo un sexto que acabó en tablas.
João D Alva, ovación, ovación tras aviso y silencio tras dos avisos en el que mató por Jesús de la Calzada.
Jesús de la Calzada, silencio y herido
Miguel Andrades, ovación y silencio tras aviso